Exitazo total de la ruta y de tiempo atmosférico, en lo referido a asistencia, fracasaco gordísimo, asistimos nada más que tres monos. El día al amanecer estaba como por la noche, lloviendo o chispeando, según nos alejábamos de estos barrios fue mejorando pero sin salir ese solaco achicharrante que cogemos otras veces. Poco antes de llegar a Pedro Bernardo nos llovió algo pero no digno de mención, podemos decir que hasta se agradeció. La ruta, una maravilla en cuanto a estado de la carretera y nº de curvas. Además esa humedad en el ambiente hizo que los motores fuesen seda pura. ¡Que se repita, que se repita!
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